Estefania Ruiz
La página de Facebook de www.laboyanos.com publicó un #Vídeo donde se observa una transitada avenida a un hombre de espaldas de camiseta amarilla con una silla como escudo y un tubo como garrote, agrediendo irracionalmente a una persona sin techo.
De acuerdo con lo que se señala, se trata del dueño de una cafetería en Neiva, municipio colombiano (capital del departamento de Huila). quien sacó de su negocio al adulto mayor, sólo porque éste le dijo que tenía hambre y le pidió una taza con avena.
El dueño del negocio, un hombre joven y corpulento, no sólo es egoísta e insensible con el hambre del anciano, con el tubo lo empuja hacia el paso de automóviles. Con gran esfuerzo, el hombre sin hogar se sostiene en pie, de lo contrario, lo hubieran atropellado.
INTOLERANCIA E INDOLENCIA
Preguntamos: ¿Tan intolerante e insensible puede ser un ser humano al hambre y sed de una persona?, más cuando se trata de un adulto mayor.
“Casi todos los crímenes que castiga la ley se deben al hambre”, escribió el diplomático, político y escritor francés François René De Chateaubriand.
Cuestionamos entonces, ¿qué delito cometen aquellos hombres, que teniendo un bocado qué ofrecer a una persona necesitada, la agreden y humillan?
No sólo nos indignemos ante este tipo de videos, también reflexionemos en qué podemos ayudar cuando estemos en una situación así.
¿Qué tal si hoy le pagamos esa taza de avena a un hombre sin techo? ¿Qué tal si llamamos a la Policía al ver a un hombre agrediendo y discriminando a una persona por su color, condición social o por su preferencia sexual? ¿Qué tal si dejamos de ser indolentes e insolentes al dolor humano?
Si tienes alguna opinión, déjanos tus comentarios, que juntos podemos lograr un cambio en nuestro entorno y en el mundo entero, es cuestión de voluntad, de poner cada uno, su granito de arena.